Silencio cierto...

Jaime Vélez Estrada

Silencio cierto que mi mano apresa
como ligero pájaro encendido
y mantengo en mi mano prometido
al alba suma que a mi ser regresa.

Es una lenta precisión que cesa
cuando tu mano sin cesar convida
a que el pájaro escape, desvivida
la caricia cual zumo de cereza.

Detén tu mano al fin. No te apresures
a cesar esta lenta maravilla
que se oculta en tu beso. Apenas siento

el perfume que intento me procures
para tentar al fin que la gavilla
del trigo de tu voz se haga lamento.

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