Salvador Brau Zuzuarregui



— Cuatro —

Sus notas son chillidos de jibarita,
que respinga al pellizco de algún compae,
o suspiros de vieja que se distrae
recordando los tiempos de la enanita.

Ya roba sus quejidos a la guitarra,
ya remeda el relincho de viejo flocho;
ora imita el chirrido de la mijarra,
ora el chis-chás del filo de agudo mocho.

Es un jíbaro anémico y busca-bulla
de esos que no perdonan baile ni trulla;
sus clavijas parecen maestros rurales
y en sus cuerdas hay tipos de concejales.

Tiene en boda o bautizo puesto seguro:
su ritmo es el cacique de nuestra tierra;
todo cuanto este suelo de raro encierra,
ante ese ritmo surje como a un conjuro.

Y así, en desfile alegre o estrafalario,
vemos cómica escena: la del velorio,
un muerto que se hincha bajo el sudario,
y, alrededor del muerto, risa y jolgorio.

Después del De profundis, la gran bayoya,
cuadro digno del viejo cantor de Troya;
dos gallos que se arrancan plumas y crestas
y gentes que a trompadas ganan apuestas.

Una noche de reyes o de la octava,
con cazuela, almojábanas, majarete,
de vivarachas hembras un reguerete,
agualoja, cañete, música brava,

el cuatro nos recuerda la pica-pica,
encanto de los bailes donde se cuela,
y ese brevaje inmundo, la botijuela,
que guarda más venenos que una botica;

la changa, que no escoge cañaverales,
el viento que destroza los platanales;
los granos invadidos por el gorgojo;
las bestias atacadas del mal de ojo,

y el ciclón de subsidios, contribuciones,
y derramas embargos ... terrible enjambre
que no deja tranquilos ni los terrones,
y canto más engulle, siente más hambre.

Lleva el cuatro en sus notas nuestra indolencia,
olores de mameyes y guayaberos,
nuestro amor a esta tierra de los guagüeros,
y el desdén al combate por la existencia.

No hay entrés que en sus cuerdas no se baraje;
por eso de los campos es el cacique;
por eso los conjuros de su repique
el país nos recuerdan ... y el paisanaje.

* * *

Salvador Brau Zuzuarregui nació en Cabo Rojo

A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

Borinquen     Décimas     Sonetos     Portada