Antonio Cabán Vale



— Piedra encontrada —

Olas remotas que rugen en la arena,
corriente misteriosa que en la playa
avanzas como un toro enfurecido
o a veces como un perro fatigado
lames humildemente la pisada,
¿de qué fondo devienes y me entregas
el ánfora de arcilla, el pedernal,
la piedra por el tiempo trabajada?
¿Este guijarro extraño y reluciente
que mi mano sostiene
es alfabeto o signo caprichoso
que el hombre inmemorial lanzó a la playa;
esas marcas y círculos son letras
o simplemente ornato y distracción
de un pueblo sumergido en tus entrañas?
Qué mensaje me traes, di qué me ocultas
en tu cántico de espuma milenaria?

* * *

— Soneto de la soledad —

Un día como hoy yo estuve cerca
del esplendor maduro y la tersura
de un ser mío tallado en la penumbra
del cuarto familiar y la cocina abierta.

En donde la caricia fabricada
era de luz, de colmenar ¡dulzura!
de abeja alucinada de ternura
que en el darse crecía y aumentaba.

¡Oh, alero de quietud, árbol de sombra!
que en la torpeza del buscar fue destruido.
¿Dónde persistes tú?, ordenadora

de mi espacio disuelto, torbellino
que inútilmente busca su reposo
y en su ir y venir recobra el giro.

* * *

Antonio Cabán Vale nació en Moca en el año 1942

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